domingo, 18 de julio de 2010

Chávez vs Iglesia Católica venezolana

"Chávez los tiene locos" es una las frases más repetidas por los seguidores del oficialismo venezolano. Pero cómo no nos va a tener locos, a diario se está la expectativa de qué nueva decisión tomará el mandatario. Desde el año 2001 se le ha metido un nuevo cometido en la cabeza: atacar a la Iglesia Católica venezolana y continuar con el Parlamento Bolivariano de Iglesias, creado por su homólogo cubano, Fidel Castro.

Es una verdadera obsesión la que tiene el Presidente con el clero venezolano y sus principales representantes. En el año 2007, llamó, en su programa dominical "Aló Presidente", a desconocer la cúpula de la Iglesia Católica en el país y que se plegaran a la teología de la liberación. Expresó de una manera burlista que el camino de los obispos era perdido y equivocado, y que ellos más bien apoyaban al capitalismo salvaje y dictatorial de otros pueblos. La Conferencia Episcopal Venezolana y el Santo Papado se pronunciaron al respecto, y sólo que consiguió que se profesaran más insultos.

La Constitución Nacional, aprobada en, expresa claramente, el derecho a opinar, y al libre culto. La obsesión de Chávez es crear una iglesia venezolana, que siga el ejemplo cubano del Parlamento Bolivariano de Iglesias, que es una especie consejo de creencias folklóricas, sectas de santeros y hechiceros. Obviamente)as iglesias del mundo se han negado a participar en tal grupo. Los judíos expresaron su respaldo a la religión católica y al cardenal de Venezuela, pues piensan que lo que ocurra hoy con los católicos, podría pasar con ellos el día de mañana. Chávez desea una revolución bolivariana penetre en el• clero y en los templos. El objetivo final es fundar una iglesia católica bolivariana.

En sus últimas declaraciones, el Presidente expresó contra el Cardenal Jorge Urosa Savino: "Este pueblo merece otro cardenal, es un troglodita". Es preocupante esta situación; se pretende desviar la atención de todo el pueblo a la realidad el país con estas descalificaciones, sólo por expresar no estar a favor con las políticas implantadas por el Estado venezolano. El promedio de asesinatos los fines de semana en el país es de 50 a 80 personas; parece esto importarle nada al ejecutivo nacional, de la misma forma que la situación precaria de los servicios básicos, desempleo y educación.

Kelly Rodríguez

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